En la historia de Nana, Yasushi Takagi, conocido simplemente como Yasu, es uno de los personajes más sólidos y respetados. Es el baterista de Black Stones (Blast) y, a diferencia del resto del grupo, representa la madurez, la estabilidad y la sensatez dentro del caótico mundo en el que se desenvuelven los protagonistas. Con su imagen elegante y su carácter calmado, Yasu es el líder natural del grupo, un amigo incondicional que siempre está dispuesto a proteger a quienes ama.
Detrás de su imagen fuerte y segura, Yasu es un hombre que también conoce el dolor y la soledad, aunque rara vez lo demuestra. Prefiere enfocarse en cuidar a los demás antes que hablar de sus propias heridas.
Yasu estudió Derecho antes de dedicarse a la música, lo que demuestra su inteligencia y su capacidad para tomar decisiones importantes. Aunque podría haber seguido una carrera estable como abogado, decidió apostar por la música y su sueño con Blast, demostrando que, a pesar de su carácter racional, también sabe arriesgar por lo que ama. Esta combinación de sensatez y pasión lo convierte en un personaje único
En la trama, Yasu juega un papel fundamental como mediador y protector. Siempre está presente para resolver los conflictos entre los miembros de la banda y para apoyarlos emocionalmente cuando todo parece derrumbarse. Su relación con Nana Osaki es muy especial, pues la conoce desde hace años y ha estado a su lado en los momentos más difíciles. Aunque Yasu está profundamente enamorado de Nana, nunca intenta forzar nada; por el contrario, respeta sus sentimientos hacia Ren y se mantiene como su apoyo incondicional.
En el ámbito musical, Yasu es el pilar rítmico de Blast, pero su influencia va mucho más allá de la batería. Es quien organiza, planea y mantiene al grupo enfocado en sus objetivos. Sin él, la banda difícilmente tendría la estabilidad necesaria para crecer en el competitivo mundo del rock.
En conclusión, Yasushi Takagi es mucho más que el baterista de Blast. Es el consejero, el protector y la figura paterna del grupo, aquel que demuestra que la fuerza no siempre se mide en gritos o peleas, sino en la capacidad de mantenerse firme por los demás. Yasu es un personaje que irradia lealtad, calma y madurez, convirtiéndose en una pieza esencial para el equilibrio emocional de Nana. Su historia nos recuerda que la verdadera fortaleza está en el amor desinteresado y en la constancia para luchar por lo que se sueña.
